¡BAJA LA VELOCIDAD!
La señal de límite de velocidad era única. Nunca había visto algo igual. Divertido al principio por la sugerencia poco realista que planteaba, una mayor reflexión me llevó a apreciar la maravillosa sabiduría que proclamaba.
La señal de tránsito estaba ubicada a lo largo de la calle de entrada a un hogar de ancianos local. Si bien se parecía a cualquier otra señal de límite de velocidad, la velocidad recomendada es la que la distingue de todas las demás. Indicaba a los conductores que deben de avanzar a 2 millas por hora. Obviamente, la implicación de dicha advertencia inusual fue: ¡BAJA LA VELOCIDAD!
En un mundo donde reina la velocidad, se aplaude estar ocupado, la comunicación instantánea es imprescindible y un ritmo frenético parece ser la norma, ¿Podría ser que la señal de velocidad único en un centro de atención para personas mayores ofrezca un mensaje significativo para todos? ¡BAJA LA VELOCIDAD!
Cuando disminuimos la velocidad y nos tomamos nuestro tiempo, es increíble lo que podemos ver. Gran parte de lo que siempre nos rodea pueden tener un enfoque más claro.
Mi oración es que todos DISMINUYAMOS LA VELOCIDAD y nos tomemos el tiempo para experimentar y empaparnos:
-La belleza de la extraordinaria creación de Dios.
-El privilegio de despertar a un nuevo día.
-Las alegrías de las relaciones significativas con familiares y amigos.
-La bendición del descanso y la relajación.
-La Inocencia de los niños.
-La sabiduría de las personas mayores.
-La maravilla del perdón.
-La emoción de servir.
-La satisfacción de estar presente para alguien que lo necesita.
-El poder del amor de Dios.
-Las posibilidades en una pandemia.
BAJA LA VELOCIDAD, amigos de Dial Hope (Digita Esperanza), y disfruten cada nuevo día.
Oremos: A veces la vida parece ser una carrera, Señor, una lucha incesante por lo material. Nos guste o no, podemos sentir como si estuviéramos atrapados en el carril rápido, haciendo nuestro mejor esfuerzo para mantenernos al día con las exigencias de la vida, las expectativas, los retos que nunca parecen terminar. Ayúdanos a reducir la velocidad para que podamos ver las maravillas que nos rodean y concédenos esa paz que solo tú puedes dar. En el nombre de Jesús, oramos. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!