Amor que Nunca se Da por Vencido
Una vez se le preguntó a una madre de ocho hijos si tenía algún favorito. “¿Favorito?” Ella respondió: “Sí, tengo favoritos. Amo al que está más enfermo hasta que esté bien de nuevo. Amo al que tiene más problemas hasta que esté a salvo nuevamente. Y amo al que está más alejado hasta que retorne a casa.”
En relación con esta historia, el Reverendo Donald Strobe escribió: “Jesús dijo que Dios es un Padre Divino cuyo amor nunca se detiene, un Padre cuyo amor nunca se rendirá. Puedes dejar de amar a Dios, pero Dios nunca dejará de amarte. Puedes huir de Dios, pero muy pronto descubrirás que tus piernas son demasiado cortas. No puedes alejarte de Dios. ¡Y eso no es una amenaza, sino más bien una promesa!”
El Salmo 139 proclama:
¿Adónde podría alejarme de tu Espíritu?
¿Adónde podría huir de tu presencia?
Si subiera al cielo, allí estás tú;
Si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí.
Si me elevara sobre las alas del alba
O me estableciera en los extremos del mar,
Aun allí tu mano me guiaría,
¡me sostendría tu mano derecha!
La escritura nos dice que Dios no tiene favoritos. En cambio, hay un amor eterno e incondicional para todos – incluso para ti – incluso para mí.
Oremos: Estamos tan agradecidos, Oh Dios, que no podemos escapar de tu presencia amorosa. Humildemente te pedimos que te reúnas con nosotros en el punto más profundo de nuestra necesidad el día de hoy. Que tus manos nos guíen y que nos sostenga tu mano derecha. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!