Aferrándonos a la Esperanza
Hace algún tiempo escuché a una mujer hablar sobre un momento difícil en su vida – años en los que todo parecía desmoronarse. Durante ese tiempo perdió a su marido y su trabajo. A pesar de todo esto, ella se aferró a una promesa del libro de Joel, donde después de una terrible sequía y una plaga, Dios Dice: “Yo les compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas.”
Como puedes ver, la mujer sintió que la langosta le había pasado factura a su vida.
Sin embargo, su testimonio afirmó que en su experiencia Dios era fiel. No es que ella recuperó exactamente lo que perdió, sino que Dios le había ayudado a superarlo. Finalmente ella estaba llegando a un lugar donde podía comenzar a ver bendiciones y sentir alegría una vez más. Ella se sentía más fuerte y con más conocimientos que nunca.
No sé qué han comido las langostas en tu vida, o qué daño pueden haber tenido en tu salud, tu familia, tu corazón. Pero, sí sé esto: Tú puedes aferrarte a la esperanza. Tú puedes confiar en que Dios es fiel. Tú sabrás que, incluso en medio de la angustia y el dolor, siempre nos acercamos más a Dios.
Oremos: Dios de la Esperanza, a través de los altibajos de la vida, a través de las alegrías y las angustia, confiamos en que estás con nosotros, y confiamos en que eres bueno. Hoy oro especialmente por aquellos que se encuentran en medio de las luchas de la vida y que no ven una salida. Nos aferramos a la esperanza por ellos. Acerca a las personas adecuadas a sus vidas para ayudarles a llevar las cargas, y que sepan que estás cerca. Te lo pedimos en el nombre de Aquel que es la Resurrección y la Vida. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!