Acción de Gracias

En uno de sus comentarios, sobre el libro de Romanos, el pastor y catedrático Eugene Peterson escribió acerca de la forma que el Apóstol Pablo abrió su carta.  En el versículo 8, Pablo inicia, “En primer lugar, por medio de Jesucristo doy gracias a mi Dios por todos ustedes…” Peterson realiza las siguientes observaciones.

“Pablo, madura en todo el sentido de la formación espiritual, iniciando, tal y como empieza la vida, con gratitud por las vidas puestas a su cuidado. La vida en sí misma – puro, nuevo, la vida sin adornos – es un regalo puro. Una acción de gracias espontánea y agradecida establece las condiciones de trabajo para todo crecimiento y desarrollo en Cristo.”

Dando un paso más allá, el monje Benedictino David Steindle Rast afirma que la gratitud puede cambiar nuestro mundo…“porque si eres agradecido, no tendrás miedo y si no tienes miedo, no eres violento. Si eres agradecido, actúas con un sentido común y no con un pensamiento de escasez, y estás dispuesto a compartir. Si estás agradecido, estarás disfrutando de las diferencias entre las personas y serás respetuoso con todos…” Si eres agradecido, estarás consiente de lo preciosa que es la vida, no la das por sentada…

En este Día de Acción de Gracias, que te recuerdes las muchas, muchas bendiciones en tu vida. Yo incluso te animo a que apartes unos minutos para hacer una lista muy específica – personas, eventos e incluso cosas por las que estás agradecido. Escribe la fecha en la parte superior, adjúntela a su refrigerador o computadora, y vuelve a revisarla durante el año que se avecina. Cada vez que lo leas, permite que dicha gratitud penetre profundamente en tu corazón.

Oremos: Hemos reservado este día, Oh Dios, para recordar tu abundante provisión, tu bondad y tu gracia. Cuando nuestros ojos y corazones están abiertos, no podemos dejar de notar tu mano obrando, tu amorosa bondad, tu presencia y amor.

Hoy, alzamos especialmente a las personas que tienen hambre, aquellos que no tienen hogar y a otras que están lejos de sus seres queridos. Que descubran tu compasión y misericordia – incluso en tiempos difíciles e incluso a través de personas que quizás no conozcan bien.

En agradecimiento, te entregamos nuestros corazones y nuestras vidas. Utilízanos en los días y semanas venideras para bendecir a otros y, al hacerlo, que sea en tu bendito nombre. ¡Grande es tu fidelidad, Oh Dios nuestro Padre!  ¡Grande es tu fidelidad, Señor para con nosotros! En el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!