Estamos en esto Juntos

Estamos en esto Juntos

En la Primera Carta de Juan (1:8-9) leemos: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.

Los eruditos nos dicen que dentro de la iglesia de Juan había un grupo de Cristianos, bien intencionados, que habían estado tratando de mejorar la iglesia y que, de la frustración, se habían separado de la iglesia. Se cree ampliamente que este grupo estaba influenciado por un tipo de enseñanza conocida como Gnosticismo. Esto viene de la palabra Griega saber, como el sentido de que ¡yo sé y tú no! En el centro de esta enseñanza estaba la creencia de que si se esforzaba lo suficiente, una persona podía alcanzar la espiritualidad perfecta. A través del estudio o la disciplina seria e intensa, una persona podía volverse tan espiritual que estaría por encima y más allá del pecado. De alguna manera podría alcanzar la perfección.  

Tal vez hayas conoció a personas de fe como esa, que creen tener todas las respuestas. Como si de alguna manera fueran Cristianos y tú no.

Una vez estuve en un avión con un joven hermano Pentecostal que estaba estudiando para ser pastor. Cuando se enteró de que yo era Ministro Presbiteriano, él trató de convertirme. Él creía sinceramente que había alcanzado algo que hacía que su fe fuera superior. Y me dijo que, si tan solo oraba con suficiente ahínco y creía con suficiente ahínco, yo también, al igual que él, recibiría el don de lenguas. Estaba claro que, en su opinión, había un nivel de fe que yo no me había esforzado lo suficiente por alcanzar.

Pensé en ese joven. Él tenía una familia joven. Ambos vivíamos en Jacksonville en ese momento. Podríamos haber sido amigos. Podríamos haber compartido algún ministerio. Pero él tuvo una prueba de fuego que destruyó esa posibilidad.

Eugene Peterson en su libro, El Camino de Jesús, aborda este tema: Él escribió: “El perfeccionismo es un desorden que ocurre con frecuencia en la comunidad Cristiana. Es una manera de…dividir la iglesia y poner a cada uno de nosotros en nuestro lugar: los simples creyentes y los discípulos serios; los bautizados en agua y los bautizados en el Espíritu; los tibios y los entusiastas; los rigoristas y los relajados.”

El argumento es el siguiente…: “Si tomamos esta vida con absoluta seriedad, podemos vivir una vida perfecta en Cristo. Cuando eso sucede, la condescendencia rigorista se convierte en un desprecio cortés (pero no siempre cortés) hacia los demás.”

Para Juan, la verdadera prueba del Cristianismo es la comunión y el amor mutuo. Y él nos recuerda con dulzura que, como todos los demás, si alguno hubiera pecado, abogado tenemos para con el Padre. (1 Juan 2:1-2).

Gracias a Dios.

Oremos: Lávanos de nuevo con tu gracia, Oh Dios. Ayúdanos a aceptarnos y amarnos a nosotros mismos y a los demás como tú nos amas; por Jesús nuestro salvador. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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