Contraintuitivo

Hace poco estuve escuchando una entrevista en podcast con el Dr. Richard Davidson, un neurocientífico de la Universidad de Wisconsin. Él habló de un estudio sobre la felicidad en el que a un grupo de personas les dieron 100 dólares y se les dijo que podían salir y gastarlos en algo agradable para ellos mismos. A otro grupo también se les dieron 100 dólares y se les dijo que tenían que regalarlos o gastarlos en otra persona. Al final del día, reunieron a los participantes y les hicieron una serie de preguntas. Estoy seguro de que puedes adivinar los resultados. Las personas que donaron el dinero o lo gastaron en otras personas fueron mucho más felices que quienes lo gastaron en sí mismos. De hecho, ni siquiera estuvo cerca.

Es contraintuitivo. Pero creo que esta es la razón por la que las personas a menudo regresan de viajes misioneros o de dar comida a los hambrientos, o de construir casa de Hábitat y decir cosas como: “¡Obtuve mucho más de dicha situación de lo que di!” Es por eso por lo que las personas que dan generosamente se sienten tan bien cuando preparan un cheque. Y es por eso por lo que cuando sabemos que hemos marcado una diferencia en la vida de otra persona, cuando hemos dado todo lo que tenemos a algo significativo, algo en lo que creemos, experimentamos una profunda alegría.

Como muchos de ustedes, y como muchos antes que yo, yo también he descubierto que cuando hago todo sobre mí, lo que hago con demasiada frecuencia, mi vida es pequeña y sesgada. Pero cuando abro mi corazón y mis manos, a Dios y a los demás, mi vida nunca es tan abundante…

Jesús dijo una vez: “Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio, la salvará…” (Marcos 8:34-37)

Oremos: Dios generoso, Tú das con generosidad, y te damos gracias por las abundantes bendiciones que llenan nuestras vidas. Gracias también por crearnos a tu imagen. Ayúdanos a buscar siempre maneras de dar a los demás tal y como tú nos has dado a nosotros; en el nombre de Jesús. Amén.

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