Soplo / Espíritu / Aliento
Existe este pasaje bíblico en el Evangelio de Juan, después de que Jesús resucitó de entre los muertos – donde él sopla sobre sus discípulos y les dice: “Reciban el Espíritu Santo. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.”
Es interesante. La palabra soplo en el idioma Hebreo es la misma palabra que viento, y es la misma palabra como espíritu. El Espíritu de Dios es el soplo de Dios. En el libro de Génesis, nos dice que fue cuando Dios soplo su aliento en el polvo de la tierra fue que se formó el primer humano. En el libro de Salmos, afirma que cuando Dios envía su Espíritu, se crean seres vivos y se renueva la faz de la tierra. Es el Espíritu de Dios, el aliento de Dios que da vida.
Ahora, los primeros Cristianos se dieron cuenta de esto y creyeron que este mismo Espíritu de Dios podía morar o residir en una persona. Entonces, cuando decimos sí a Cristo – estamos diciendo sí al mismo poder que creó el universo. Estamos diciendo sí al mismo poder que da vida a todos los seres humanos. Estamos diciendo sí al mismo poder que levantó a Jesús de la muerte.
Es el mismo Espíritu que Jesús sopla en ti y en mí.
Hoy oro para que reclames el regalo del Espíritu Santo. Mientras lo haces, que puedas ser fortalecido, alentado y llenos de la paz de Dios. Y, que sepas que estás siendo enviado por este mismo Poder, para fortalecer, alentar y alimentar a otros.
Nuestra oración de esta mañana proviene del libro Presbiteriano de Adoración Común. Oremos:
Ven, Oh Espíritu Santo. Ven como fuego sagrado y arde en nosotros,
ven como un Santo Soplo y límpianos por dentro,
ven como una Luz Sagrada y guíanos en la oscuridad,
ven como la Santa Verdad y disipa nuestra ignorancia,
ven como Vida Santa y habita en nosotros.
Convénganos, conviértenos, conságranos,
hasta que seamos liberados del servicio de nosotros mismos,
para ser tus sirvientes del mundo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!