Amistad

Amistad

Uno de los anhelos más profundos del alma humana es el anhelo de ser visto, amado y aceptado. Aristóteles dijo que si pudieras tener todos los bienes que el mundo te puede dar, pero tuvieras que tenerlos sin amistad, elegirías no tener los bienes.

No habría duda.

Y, sin embargo, no es fácil, ¿verdad?

El poeta y filósofo John O’Donohue afirma: “Hay un hambre natural en el espíritu de ser amado y de ser como eres sin ser juzgado. (Pero) Nos ofrecemos los unos a los otros, cada vez, menos y menos estos espacios (en estos días) …” Y no nos damos tiempo para eso. Él afirma: “Nos hemos convertido en posgraduados en el arte de conocernos, pero pobres en el arte de la amistad…”

En el evangelio de Juan, Jesús dice a sus discípulos: “Ya no los llamo siervos…los he llamado amigos…” y luego agrega, “Amen los unos a los otros tal y como los he amado.”

Sí sabemos que, en la Biblia, es precisamente en medio de la soledad, en los momentos de enfermedad, y en los momentos de sufrimiento es cuando aparece Jesús.

Me imagino, al menos en parte, que Jesús nos está invitando a que nos presentemos de la misma manera que él se presenta. Me imagino, al menos en parte, nos está invitando a asegurarnos de que nadie esté solo.

Mientras caminamos este viaje de la vida, no hay manera de evitarlo, todos enfrentaremos tiempos de soledad, tiempos de sufrimiento y tiempos de enfermedad. Y por eso oro hoy por cada uno de ustedes:

Que Dios traiga a tu vida al menos un amigo fiel.
Que seas amigo de los que no tienen amigos.
Que atesores los amigos que tienes.
Que seas bueno con ellos y que estés ahí para ellos.
Que ellos te traigan todas las bendiciones, los retos, la verdad y la luz que necesitas para tu viaje.
Y que descanses seguros en el conocimiento y el amor de Cristo, que te ha llamado amigo.

Oremos: Dios de Amor, en Jesucristo caminaste entre nosotros – de carne y hueso. Comiste con los pecadores, tocaste a los solitarios y a los enfermos, reíste, lloraste y sufriste junto a nosotros. Te damos gracias por tu amor encarnado. También te agradecemos hoy por las personas que has traído a nuestras vidas – por los vecinos, amigos, familia, la familia de nuestra iglesia, y por otras personas que recorren el camino con nosotros, y por la forma en que su presencia enriquece el camino.

Recordamos que nos creaste para estar en relación con los demás. Por eso oramos hoy especialmente por aquellos que se sienten solos y por otros que con mayor frecuencia son olvidados. Que ellos conozcan tu presencia y amor incluso ahora. Concédenos tu gracia, tu paciencia, tu perdón y tu amor para que podamos ser mejores amigos de aquellos a quienes amamos – y podamos llegar mejor a quienes más nos necesitan. En el nombre de Cristo. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

Biografía

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