En Dar…
Hace muchos años, mi primo y su familia vinieron de visita. Su hija Katie tenía unos cuatro años en ese momento, y era muy dulce. Cuando llegaron, ella me dio un abrazo y me dijo: “¡Estoy llenando tu cubeta invisible!” Así que le pregunté: “Katie, ¿Qué es la cubeta invisible?” “Yo aprendí en la escuela que todos los tenemos,” ella explicó. “Y, cuando dices algo agradable o haces algo amable por alguien más, estás agregando algo bueno a su cubeta – y agregando algo bueno a tu propia cubeta invisible.” Ella levantó una cubeta imaginaria para que lo viera, y luego continuó: “Pero, si dices algo malo, o haces algo que no es agradable para otra persona, entonces realmente estás sacando algo de su cubeta y mucho de tu propia cubeta. Entonces, ¡tenemos que trabajar duro para llenar las cubetas de otras personas!”
¡Me encantó eso! Y es tan cierto que es en dar que recibimos.
La amada oración de San Francisco de Asís realmente me hace entender esto. Por favor únete a mí en esta oración:
Oremos:
Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, permíteme sembrar amor;
Donde haya herida, perdón;
Donde haya duda, fe;
Donde haya desesperación, esperanza;
Donde haya oscuridad, luz;
Y donde haya tristeza, dicha.
Oh divino Maestro, otórgame no tanto buscar consuelo, como consolar; de ser comprendido como comprender, de ser amado, como amar.
Porque cuando damos recibimos. Y es el perdonar que somos perdonados. Y es en la muerte que nacemos a la luz eterna. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!