Un Hermoso Testigo
En el 2015, nuestros corazones se rompieron cuando escuchamos las noticias sobre nuestras hermanas y hermanos en Cristo, cuyas vidas les fueron arrebatadas mientras estaban en oración en la Iglesia Emmanuel AME en Charleston, Carolina del Sur. Fue un acto de violencia cobarde contra personas inocentes. Y fue un acto nacido del odio racial.
Sin embargo, lo que me sorprendió fue la respuesta de dicha congregación. Su testimonio del amor y el perdón de Jesucristo fue verdaderamente inspirador.
Nadine Collier, hija de la victima de 70 años, Ethel Lance, le dijo al asesino: “Me quitaste algo muy precioso, nunca volveré a hablar con ella. Yo nunca podré abrazarla de nuevo. Pero yo te perdono. Y tengo piedad de tu alma.”
Bethane Middleton-Brown, hermana de una de las víctimas, dijo: “Reconozco que estoy muy enojada, pero (mi hermana) me enseñó que somos la familia que el amor construyó. No tenemos espacio para odiar.
Ese tipo de amor y perdón – tan difícil como es de ofrecer – diluye el odio. Lo detiene en sus rieles. Permite a la familia y amigos llorar con toda dignidad y paz.
Jesús enseñó a sus seguidores a orar: “Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden.”
Oremos: Dios de la Esperanza, no entendemos cómo o por qué sucede algo así o por qué la violencia como esta sigue sucediendo. ¿Por qué el odio? Continuamos orando por las familias y amigos de aquellos que han perdido la vida por la violencia de las armas sin sentido. Aun cuando nuestros corazones se rompen con ellos, oramos por nuestro país – pedimos sabiduría y unidad entre nuestros líderes que ayuden a resolver esta crisis; y pedimos que tu Espíritu esté obrando para sanar y restaurar todo nuevamente. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!