Detente y Toma una Dirección
Recuerdo haber leído sobre el explorador inglés William Perry y su tripulación que estaban explorando el Océano Ártico. En un momento dado, creyeron que su investigación serviría mejor si se dirigían más hacia el norte, así que se guiaron por las estrellas e hicieron un viaje peligroso hacia el norte. Marchando a través de los flujos de hielo, se arrastraron por hora y horas, y finalmente, casi totalmente fatigados, se detuvieron. Rápidamente revisaron la dirección en las estrellas sólo para descubrir que ¡estaban más al sur! ¿Cómo puede ser? No tomó mucho tiempo para entenderlo. Habían estado caminando sobre un flujo de hielo que se deslizaba hacia el sur más rápido de lo que ellos caminaban hacia el norte.
A veces la vida de hoy puede sentirse de la misma forma. Puede sentirse como si estuviésemos siendo apartados de una conciencia de Dios más rápido de lo que podemos movernos hacia Dios. Los horarios ocupados, las opciones de entretenimiento, las exigencias del trabajo y de la familia pueden en conjunto llevarnos en direcciones diferentes. Si no somos cuidadosos, podemos terminar sintiendo como si Dios fuese un concepto distante o idea en lugar de un Espíritu que está vivo y presente.
Mi oración para ti, el día de hoy, es que puedas hacer el tiempo para detenerte y tomar una dirección. Incluso en medio de horarios exigentes, detente, toma una respiración profunda, reconéctate a la fuente de Vida. Y a medida que lo hagas, que puedas encontrar energía renovada, valor y fuerza.
Oremos: Dios eterno, te damos las gracias por tu fidelidad a nosotros. Te agradecemos que no importa cuán lejos creamos que nos hemos alejado de ti, tú siempre estás con nosotros. Abre nuestros ojos y corazones para notar tu presencia – incluso aquí – incluso ahora. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!