Invitaciones

Ayer reflexionamos sobre esta idea de estar en una encrucijada de caminos o en un umbral.

El poeta y filósofo John O´Donahue escribió sobres estos momentos cruciales. Él lo expresó de esta manera: “…hay umbrales enormes en cada vida…por ejemplo…si estás en la mitad de tu vida en una noche ocupada, con 50 cosas que hacer, y recibes una llamada telefónica informándote que alguien a quien amas se está muriendo repentinamente, tarda 10 segundos en comunicar esa información. Pero cuando cuelgas el teléfono, ya estás parado en un mundo diferente, porque de repente, todo lo que antes parecía tan importante se ha ido, y ahora estás pensando en esto. Entonces, el mundo que tomamos por sentado y que creemos que está ahí, y el terreno sólido en el que estamos es tan tentativo…”

“Si vuelves a la etimología de la palabra “umbral”, es un término agrícola. Comúnmente se entiende que el término proviene de la trilla, que se tiraban en los pisos de las viviendas sencillas en aquellos tiempos. Se instalaría un trozo de madera en la entrada para evitar que la trilla se caiga por una puerta abierta, por lo tanto, el umbral. En cierto modo, el umbral al relacionarlo con la trilla es como un lugar donde te mueves hacia una plenitud más crítica, desafiante y digna.”

Si lo piensas bien. Hay muchos umbrales / encrucijadas de caminos en cada vida. Puedes pensar en graduaciones, nacimientos y la pérdida de seres queridos, incluso al comienzo de una enfermedad o un accidente. Podría ser alcanzar un hito importante, tocar fondo con la adicción o un momento trascendente…o una pandemia mundial.

Estas encrucijadas de caminos, estos umbrales, son siempre invitaciones a una nueva etapa del camino. Son invitaciones a profundizar en nuestras vidas, a reflexionar sobre nuestra fe, de pedir ayuda si la necesitamos, a recordar lo más importante, a buscar la luz, y muy posiblemente, a empezar de nuevo. Siempre son invitaciones para sanar, crecer y profundizar.

El profeta Jeremías escribió: “Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos, pregunten por el buen camino, y no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado.”

Oremos: Dios misericordioso, en los momentos cruciales de la vida, concédenos valor, fortaleza y esperanza. Ayúdanos a ver, al menos, solo el siguiente paso en el camino. Asegúranos con tu presencia. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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