Cuán Majestuoso es tu Nombre en Toda la Tierra
El gigante espiritual, Martín Lutero, una vez afirmó que Dios escribe el evangelio, no solo en la Biblia, sino también en los árboles, y en las flores, las nubes y las estrellas.
La poetisa Elizabeth Barrett Browning escribió: “La tierra está abarrotada de cielos, y cada arbusto común se incendia con Dios; pero solo el que ve se quita los zapatos…”
En nuestras escrituras, el Salmo 8 comienza orando: “Oh Señor, soberano nuestro, ¡Qué imponente es tu nombre en toda la tierra!” En Hebreo se pensaba que el nombre de una persona – no era solo una palabra – sino que su nombre también representaba tu carácter – tu esencia – tu presencia. Oh Señor, cuán majestuosa es tu presencia – tu esencia – tu poder en toda la tierra.
Piensa en esos momentos en los que has visto una puesta de sol impresionante; o cuando has estado en la cima de una montaña y es impresionante, o has estado en el océano y has visto a los pelícanos volar por encima de las olas. Son momentos como estos cuando nos sentimos conectados a algo mucho más grande. En momentos como estos casi puedes sentir la presencia de Dios, en ese mismo instante.
Hoy, si puedes, intenta salir y disfrutar de la buena creación de Dios. Si no puedes, pasa un tiempo mirando por la ventana. Da un paseo por los ojos de tu mente. Mira a tu alrededor la obra de Dios. Recuera que Dios está contigo. Y hay que dar las gracias.
Oremos: Oh Dios, no tenemos que mirar muy lejos para ver tus huellas – estrellas, el amanecer, el movimiento del océano y el reflejo de los árboles en un estanque. También vemos tus huellas aquí en la belleza de las personas que nos rodean. Ayúdanos a nunca fallar en darnos cuenta – y ayúdanos a nunca fallar en dar gracias. Te amamos Señor. Gracias por amarnos. Amén.
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