Sal y Luz

Sal y Luz

Un amigo me recordó, recientemente, que aún más importante que “ir a la iglesia” es “ser la iglesia.” Después de todo, Jesús dijo que debemos ser la “sal y la luz” del mundo.

El teólogo George McCleod escribió una vez: “Yo estoy a favor de recuperar la afirmación de que Jesús no fue crucificado en una catedral entre dos velas, sino en una cruz entre dos ladrones, en el basurero de la ciudad, en un lugar tan cosmopolita, que tuvieron que escribir su título en Hebreo, Latín y Griego; en el tipo de lugar donde los cínicos hablan obscenamente, los soldados apuestan y los ladrones maldicen; porque ahí fue donde murió Cristo, y por eso fue que murió Cristo, y ahí es donde las personas de la iglesia debería estar, y de lo que debería ser las personas de la iglesia.”

Sal y luz no solo en la iglesia, sino en el mundo.

Mientras leía eso, pensé en un grupo de nuestro Presbiterio que por un tiempo comenzaron una clase de intercambio que se reunían en un bar. Ellos lo llamaron “Teología de Barril.”

También pensé en mi amigo Robert McCary. Robert es el director juvenil en la Iglesia Comunal Presbiteriana en la Playa Atlantic. Él pasa al menos parte de su tiempo cada semana surfeando en la zona detrás de la iglesia. Él afirma que está en la descripción de sus funciones. Cuando trabajé allí, aprendí bastante rápido que él conocía a todos los socorristas. Él conocía a la mayoría de los surfistas en el agua – jóvenes y viejos – muchos de los cuales no van a su iglesia ni a ninguna iglesia. Y he viso que a menudo tiene a personas que quieren hablar con él, para compartir sus problemas con él, incluso pedirle consejos – no solo porque es un líder en su comunidad – sino también porque Robert tiene la reputación de ser un buen padre; un buen esposo; y un hombre de profunda fe. Es claro que realmente ama y se preocupa por las personas.

También pensé en algunas personas en mi congregación que han sido mentores de estudiantes de secundaria que no tienen hogar. Y otros que salen a las escuelas primarias a empacar mochilas llenas de comida; otros que aún visitan a los ancianos, o que cantan o tocan campanas en loas asilos en Navidad. Podría seguir y seguir.

Hoy, oro para que reflexionen por unos momentos sobre las formas en que ustedes son la sal y la luz – no solo en la iglesia sino también en el mundo.

Oremos: Acércanos más a ti, Oh Dios, para que comprometamos nuestras vidas para caminar en tus caminos; para que nuestras acciones y nuestras propias vidas marquen la diferencia – que ciertamente traigan luz y esperanza; en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

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