Personas Necesitadas

Había una historia de un recién jubilado que reclutó la ayuda de su padre de 91 años para que lo ayudara sembrando su jardín de primavera. El hombre de mayor edad comenzó a colocar los postes para frijoles en línea recta, pero su hijo protestó. Él sostuvo que organizarlos al estilo tipi era mejor. Discutieron durante varios minutos sobre qué método era mejor. 

Finalmente, el hijo dijo: “Papá, este es mi jardín, ¡y yo quiero usar el estilo tipi!” El padre arrojó su azada y se dirigió hacia la casa, resoplando mientras avanzaba, “¡Estos niños! ¡Cumplen sesenta y creen que lo saben todo!”

A veces me pregunto si eso es lo que Dios dice de nosotros…especialmente cuando nos sentimos presumidos o que hemos alcanzado todo por nosotros mismos. “Te haces un poco mayor, obtienes ese trabajo o esa promoción en el trabajo, obtienes el próximo título universitario, ganas suficiente dinero para no pasar dificultades, ¡y de repente crees que lo sabes todo!”

La verdad es que, sin importar la edad que tengamos, sin importar los títulos que hayamos ganado, sin importar cuánto dinero hayamos ganado o lo que hayamos logrado en la vida, todavía necesitamos a Dios. Todavía necesitamos su guía, su gracia y su misericordia.

En el libro de Deuteronomio (6:10-12) leemos: “El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que les juró a tus antepasados…para darte a ti…y cuando comas de ellas y te sacies, cuídate de no olvidarte del Señor que te sacó de Egipto, la tierra donde viviste en esclavitud.”

Que nunca perdamos de vista nuestra propia necesidad. Que nunca olvidemos a Aquel que nos ha bendecido, Aquel que nos ha bendecido, Aquel que nos ha salvado, Aquel que ha prometido guiarnos y amarnos incluso ahora.

Oremos: Amado Dios, recordamos hoy que realmente te necesitamos. No importa lo que hayamos alcanzado, todavía hay tanta vida que está fuera de nuestro control. Todavía nos enfrentamos al misterio a cada paso. Te entregamos nuestros corazones nuevamente en este momento, y te pedimos que nos guíes, pedimos tu dirección, y que nos utilices como instrumentos de tu amor y gracia. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!