El Amor Incondicional, Inquebrantable y Firme de Dios

El Amor Incondicional, Inquebrantable y Firme de Dios

Hace unos años, mi amigo Andy viajó a Tierra Santa. Dijo que mientras visitaba la Iglesia de la Natividad en la Plaza del Pesebre en Belén, él fue tomado por sorpresa. Él esperaba ver el lugar donde acostaron a Jesús por primera vez y respiró por primera vez, pero lo que no esperaba ver era que justo al lado del pesebre mismo, separado solo por un muro construido mucho más tarde, se encuentra la tumba de los inocentes. Es un monumento a los primogénitos asesinados en el intento de Herodes de terminar con la vida de Jesús antes de que comenzara.

Él dijo que estar allí de pie entre el pesebre y la tumba fue discordante. Fue un claro recordatorio de la capacidad de la humanidad para la inhumanidad…y luego, en contraste: El tremendo amor de Dios por nosotros – un amor que no se puede extinguir.

Al reflexionar sobre su propia visita al pesebre, la escritora y pastora Danielle Shroyer escribió: “Puedes imaginarte a Jesús durmiendo…con María y José cerca, todos ellos desconociendo que pronto los reinos de este mundo comenzarían a venir por él, comenzando por Herodes y terminando con todo el poder del Imperio Romano. Entre medio, causaría incomodidad a todo tipo de poder que este mundo pueda ofrecer: poder político y económico, poder religioso, poder de clase y género y etnicidad, poderes de nación y estado. Él inclusive interrumpirá los poderes naturales: enfermedades, tormentas, una simple barra de pan. Él niño es Rey, y no hay un lugar donde su autoridad no repose. Él reemplazará todos esos intentos equivocados de poder con la única fuerza que pude deshacerlos: el amor incondicional, inquebrantable y firme de Dios.” 

En su evangelio, Juan describe así la Navidad: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito…Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros…En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla.

Mi oración para ti, en esta Navidad, es para que vuelvas a vislumbrar el amor incondicional, inquebrantable y firme de Dios – un amor que es más poderoso que la oscuridad, más poderoso que la enfermedad, más poderoso que los poderes que buscan dividirnos en esta nación, más poderoso que el odio, la codicia o el quebrantamiento. Es un amor que está llamando al mejor lado de la humanidad – sanando, redimiendo, perdonando y llamándonos a seguir…

Oremos: en este Día Santo, la celebración del nacimiento de tu hijo, Señor Dios, te adoramos, te exaltamos, te alabamos. Recordamos hoy que la Navidad se trata de un nacimiento. Es un comienzo, un nuevo inicio. Danos ojos para ver los lugares donde la luz está superando a la oscuridad, y corazones para seguir la luz. Llénanos a cada uno de nosotros con la belleza de este día hasta que rebosemos de alegría y alabanza. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

Daily Message Author: Joe Albright

Biografía

Share