No Temas
Una tarde de verano, durante una violenta tormenta eléctrica, una madre estaba acostando a su pequeño niño en la cama. Estaba a punto de apagar la luz cuando él preguntó con un temblor en su voz: “Mami, ¿Dormirás conmigo esta noche?” La madre sonrió y le dio un abrazo tranquilizador. “No puedo, querido,” ella dijo, “tengo que dormir en la cama con tu papi.” Un largo silencio finalizó con una pequeña voz temblorosa que decía: “¡Oh, ese bebé grande!”
Al igual que el niño, muchas veces nos da miedo lo desconocido. ¿Cuál será el diagnóstico? ¿Qué pasará con esta relación? ¿Seguiré teniendo un trabajo? ¿Estarán bien mis seres queridos?
¿Sabes cuál es el mandato más frecuente en la Biblia? Pensaría que sería amar a Dios o amar a tu prójimo. Según Jesús, esos son los mandamientos más importantes, pero, no son los más frecuentes. El mandato más frecuente es “¡No temas!” Mucho más que cualquier otro mandato, una y otra vez leemos las palabras, “No temas.” “No temas”.
El Salmo 46 nos recuerda: Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos, aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar.
Oremos: Amado Dios, admitimos que cuando enfrentamos circunstancias difíciles, confusas, y circunstancias aterradoras en la vida. A menudo es difícil confiar en ti. El miedo surge en nosotros, y nuestras mentes se sienten atraídas por el peor resultado posible. Tranquilícenos este día con tu presencia. Ayúdanos a confiar en que en la vida y en la muerte te pertenecemos. Recordamos que tú eres Amor, y por eso reclamamos la promesa realizada en la Primera Carta de Juan 4:18, que el amor perfecto echa fuera el temor. En medio de todo lo que enfrentamos en la vida, expulsa nuestro miedo y ayúdanos a confiar, a través de Jesucristo. Amén.
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