Por sus Heridas Hemos Sido Sanados
Ayer les compartí que, en el Evangelio de Juan, las últimas palabras de Jesús desde la cruz fueron: Todo se ha cumplido…
Su vida humana en la tierra, cumplido…
Su ministerio en persona…cumplido…
El dolor y el sufrimiento…cumplido…
Pero hay más, ¿verdad que sí?
Tengo un amigo que tiene más o menos mi edad, que hace algunos años estaba pasando por algunos problemas de salud graves, claramente sufriendo. Él no pudo trabajar. Perdió su empleo. Y recuerdo que me llamó y estuvimos hablando. Él dijo, hace diez años, yo cometí este gran error. Yo cometí este error y traicioné la confianza de mi amigo. Y lo lastimó profundamente. Y luego él preguntó: “¿Crees que Dios me está castigando por eso ahora? ¿De eso se trata esto? Yo oré muchas veces pidiendo perdón y me alejé de mis errores. Yo me he disculpado. Yo he tratado de corregir mis errores, pero no lo sé.”
10 años en el pasado, y era pesado, pesado en su corazón.
Una de las cosas más poderosas que hace la cruz es que nos muestra esto: En Jesús, Dios experimentó lo peor que los humanos pueden hacer…Él literalmente lleva nuestros pecados en su cuerpo…la violencia, la traición, la injusticia. Y él nos ama de todos modos.
Este es un amor que sabe perfectamente lo que e sufrir, estar quebrantado y traicionado. Es un amor que toma nuestros pecados y un amor que provee los medios para un camino a seguir.
El profeta Isaías (53:5) lo expresó así: Gracias a sus heridas fuimos sanados…
Al principio del Evangelio de Juan, Juan el Bautista, señalando a Jesús y lo que vendría en la cruz, dijo: “¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”
Como mencioné ayer: Ya no podemos pensar en Dios para castigar, dominar, herir…Esa forma de pensar se ha acabado.
Ya no necesitamos aferrarnos a los viejos pecados, la culpa y la vergüenza. Hemos sido liberados para corregir nuestros errores y comenzar de nuevo. ¡Se ha acabado!
Oremos: Te damos gracias por tu amor por nosotros, Oh Dios, incondicional y eterno. Ayúdanos a aceptar ese amor, misericordia y gracia, y a vivir nuestras vidas como resultado. En el nombre de Cristo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!