Mantenga la Calma
El mensaje de hoy fue escrito por el pastor invitado Rev. Andy Odom.
He calmado y aquietado mis ansias. Soy como un niño recién amamantado en el regazo de su madre. (Salmos 131:2)
Ayer hablé sobre tres prácticas espirituales que había aprendido de uno de mis entrenadores. Cuando estoy ansioso, trato de hacer tres cosas: Buscar claridad, mantener la calma y mantenerme conectado. Ayer, hablamos sobre buscar claridad, así que hoy quiero hablar sobre mantener la calma.
Ahora, cuando escucho la frese “mantenga la calma”, yo tiendo a asumir que significa permanecer en silencio, lo cual no es así. Estar calmado no significa necesariamente estar callado. A veces tienes que hablar y compartir lo que piensas. Es importante. Tampoco, en cambio, mantener la calma es tener una gran conciencia de tus emociones en ese momento y darse cuenta de que esas emociones no tienen que determinar tu comportamiento. En otras palabras, tiene control sobre tus propias emociones, no al revés.
Nuestro mundo ha estado ansioso por un tiempo, y justo cuando parece que el mundo no puede estar más ansioso, parece hacer eso mismo. Nuestras emociones están a flor de piel. Entonces, cuando estás a punto de iniciar una conversación, o si estás a punto de poner las noticias, o si estás a punto de ingresar a las redes sociales, primero dé un paso atrás. Da un paso atrás y pídele a Dios que te ayude a mantener la calma. No dejes que las emociones de otras personas te hagan perder la calma. Tu capacidad para mantener la calma cuando las cosas están tensas es una de las cosas más influyentes que puedes hacer. Tiene más poder del que te puedes imaginar, y también te ayuda a mantenerte en el estado de ánimo de que este mundo está en manos de Dios.
Oremos: Mantennos calmados hoy Señor. Recuérdanos que nuestra fuerza proviene de ti y que solo tú tienes este mundo en la palma de tu mano, a través de Jesucristo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!