Cada Acción Cuenta

Durante la ocupación Nazi en París, un fornido soldado de asalto subió a un vagón de tren y tropezó con el paraguas de una anciana que estaba sentada contiguo a la puerta. Después de levantarse, el Nazi moreteado lanzó una serie de insultos, luego se bajó rápidamente del vagón del tren en la siguiente estación.

Al irse el soldado, los pasajeros estallaron en aplausos espontáneos para la pequeña anciana. “Sé que no es mucho,” dijo, aceptando amablemente los elogios, “pero él es el sexto a que he derribado hoy.”

Me gusta esta historia. Me gusta el valor de la pequeña anciana, y su sentido de que las pequeñas acciones importan – que dichas acciones suman. Espero que nunca estés en una situación en la que tengas que enfrentarte a un ejército de ocupación. Pero, frente a las injusticias, la pobreza y la desesperanza por todas partes, recuerda que cada pequeña acción cuenta. Cada sonrisa, cada dólar, cada visita, cada carta escrita, cada clavo que ha sido martillado en favor de Habitat para la Humanidad o el almuerzo en el comedor de beneficencia, toda acción suma. Dichas acciones hacen la diferencia.

Nuestra oración de hoy fue escrita por William Temple a principios del siglo XX. Oremos: Dios Todopoderoso y eterno, atrae nuestros corazones hacia ti, guía nuestras mentes, llena nuestras imaginaciones, controla nuestras voluntades, para que podamos ser totalmente tuyos, plenamente dedicados a ti; y luego utilízanos, oramos, tal y como se nos requiere, pero siempre para tu gloria y el bienestar de tu pueblo, a través de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!