Una Fuente de Fortaleza y Esperanza
El pastor James Morre contó una vez una historia acerca de un hombre que había sufrido un severo derrame cerebral. El derrame cerebral le afectó las piernas, un brazo y la mayor parte del habla. Él estaba frustrado por su incapacidad de comunicarse con los demás – en especial con su esposa.
Un día su pastor llegó para visitarlo y poder verlo. Se le fue difícil comunicarse con el hombre – por lo que pasó la mayor parte de su tiempo hablando con la esposa.
En el momento en que el pastor se preparaba para partir él se recordó que había leído que algunas víctimas de derrames cerebrales podían cantar, a pesar de que no podían hablar. El pastor empezó cantando el himno, “Noche de Paz.” Parecía un milagro, pero el hombre que había sufrido el derrame cerebral empezó a cantar. No había tartamudeo, no desglosaba al formar las palabras. El solo cantó: “Sobre el santo niño Jesús, una estrella esparce su luz.” A medida que el hombre tomaba la mano del pastor, su esposa se unió al canto, “Todo duerme en derredor, todo duerme en derredor.” “Hemos finalizado,” dijo el pastor. El hombre sonrió, y “Dios estuvo ahí.”
Yo estoy convencido que, para muchos de nosotros, hay cantos y oraciones que están depositados profundamente en nuestras almas. Aun cuando no estamos conscientes de ellos, están ahí. Que siempre exista una fuente de fortaleza y esperanza.
Oremos: Te damos las gracias por tu fidelidad hacia nosotros, Oh Dios. Y te agradecemos por las canciones y las palabras que nos han motivado profundamente durante los años; por la forma en que nos has forjado a través de ellos. En lo que cantamos y oramos durante esta temporada Navideña, acércanos más a ti; a través de Jesucristo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!