Incluso en Medio de la Tormenta…
Hace varios años, recuerdo haber ayudado a algunos amigos a limpiar después que el Huracán Irma azotara el noreste de Florida. Fue desgarrador regresar a las mismas casas que habían sido inundadas por el Huracán Matthew el año anterior. Eliminamos los paneles de yeso y el aislamiento húmedo, sacamos los aparatos de línea blanca que habían estado flotando y recogimos objetos personales destruidos por el agua. Los mismos vecindarios, una vez más, parecían zonas de guerra, y el cansancio se veía fácilmente en las caras de mis amigos.
Y, sin embargo, al mismo tiempo, era conmovedor ver a los vecinos trabajando juntos. Grupos de la iglesia que ofrecían cortar las ramas y ayudar a cargar objetos pesados. Extraños repartiendo agua y comida. Otros que se detenían para echar una mano. Simplemente me recordó que incluso en medio de la devastación y el sufrimiento, podemos encontrar belleza, fuerza y bondad.
Uno de mis Salmos favoritos es el Salmo 46. En dicho salmo, leemos:
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza,
Nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar;
Aunque rujan y encrespen sus aguas,
Y ante su furia retiemblen los montes.
Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios,
La santa habitación del Altísimo.
Dios está en ella, la ciudad no caerá;
Al rayar el alba Dios le brindará ayuda.
El Señor Todopoderoso está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Oremos: Te agradecemos, Oh Dios, que incluso en medio de la tormenta, podemos ver tu amor obrando. Oramos hoy por todos los que han sido afectados por huracanes. Alzamos especialmente a aquellos que perdieron amigos y seres queridos; y para otros que perdieron todo lo que poseían. Acércate a todos los que sufren y que están lastimados el día de hoy. También oramos por las personas de primeros auxilios y por los trabajadores de las compañías eléctricas, por las iglesias y otras organizaciones que vienen a proveer ayuda; y para todas las mujeres y hombres que arriesgan su salud e incluso sus vidas para salvar y cuidar a los demás. Que ellas sepan nuestra gratitud y tu gracia. Pedimos todo esto en el nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!