El Mensaje de Gracia
En su libro Proof (Prueba), Timothy Paul Jones escribe sobre su hija de en medio, que es adoptada. Ella había sido adoptada antes, pero dicha familia la devolvió al sistema de acogida. Por alguna razón, no habían tratado a dicha niña como si fuera realmente su hija. Siempre que tenían salidas especiales, ellos llevaban a todos sus hijos biológicos con ellos, pero no invitaban a su hija adoptiva. Por supuesto, dicha niña recibió el mensaje de que no la querían, que no era lo suficientemente buena, que no era un miembro de pleno derecho de la familia.
Entonces, cuando Timothy Jones y su familia adoptaron a la niña, ella se portaba mal, demasiado. Ellos decidieron que la mejor manera de darle la bienvenida a su familia era planificar un viaje a Disney. Pero cuando le contaron a su nueva hija sobre el viaje, sus problemas de conducta solo empeoraron. Ella mentía, robaba comida, era mala con sus nuevos hermanos. Parecía que la niña tenía tanto miedo de no ir a Disney que estaba tratando de garantizar que sus nuevos padres tengan una razón para no llevarla en el viaje.
Finalmente llegó el día del viaje, y la familia hizo de todo. ¡Fue un día lleno de diversión! Cuando colapsaron en la habitación del hotel esa noche, Timothy le pregunto a su nueva hija qué pensaba de la experiencia. Ella sonrió y dijo: “Papá, finalmente pude ir al parque de Disney. Pero no fue porque me porté bien; sino más bien porque yo les pertenezco.”
Y luego él escribió: “Ese es el mensaje de una gracia espectacular. Gracia espectacular no es un favor que puedes lograr siendo bueno; es un regalo que recibes por ser de Dios.”
Cuando el mensaje de la gracia penetra profundamente en nuestros corazones; podemos dejar de pensar que el amor de Dios es algo que tenemos que ganar. Podemos dejar de lado nuestros errores y fracasos del pasado – sabiendo que Dios los ha dejado ir…Podemos dejar de lado nuestros defectos. Y podemos dejar ir los defectos de los demás…Y nos liberamos de tener que ser los jueces del mundo…¡Y eso se siente bien!
Oremos: Te damos las gracias, Oh Dios, por tu amor incondicional, misericordia y gracia. Ayúdanos a aceptar estos dones, y a compartirlos con un mundo que los necesita desesperadamente. En el nombre de Cristo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!