Dejen que los Niños Vengan a Mí…

Durante muchos años, Tony Campolo pasó gran parte de su tiempo viajando por el mundo como un orador Cristiano inspiracional. Su esposa Peggy, por otro lado, eligió ser ama de casa. Ocasionalmente, cuando Peggy viajaba con su esposo, ella se encontraba involucrada en conversaciones con gente impresionante e influyente.

Después de uno de esos viajes, Peggy le dijo a Tony que a veces, mientras visita a estas personas influyentes…ella se siente intimidada y, a veces, incluso cuestionándose su propio valor. Tony le dijo: “Bueno, cariño, por qué no planificas algo que podrías decir cuando conoces a dichas personas que les harán saber que valoras mucho lo que haces y que consideras que es de crucial importancia.”

No mucho después de dicha plática, ellos estaban en una fiesta…cuando una mujer le dijo a Peggy en un tono bastante condescendiente, “Bueno, querida, ¿Qué es lo que haces?” Tony escuchó a su esposa decir:

“Estoy educando a dos Homo Sapiens en los valores dominantes de la tradición Judeo-Cristiana para que puedan convertirse en instrumentos para la transformación del orden social en el tipo de utopía escatológica que Dios imaginó desde el principio de los tiempos.”

Y la otra mujer dijo: “Oh, yo solo soy abogada.”

Por supuesto, ¡no todas las madres – o los padres pueden hacer eso! Pero hoy, demos gracias a Dios por todos los padres, abuelos, maestros y mentores que se sacrifican de maneras grandes y pequeñas por el bien de los niños, y por todos los que han ayudado a sembrar semillas de fe.

Jesús dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se los impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.”

Oremos: Te agradecemos por aquellos que marcaron la diferencia en nuestras vidas cuando éramos niños. Y hoy ayúdanos a ser una luz brillante para los demás – resplandecer un poco de amor, esperanza y gracia a través de nuestras palabras, a través de nuestra generosidad y de nuestras acciones. Que seamos una señal de tu Reino; a través de Cristo nuestro Señor. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!