Sanando las Divisiones
Escuché hablar de un afroamericano, en la década de 1960, quien trataba de asistir a una iglesia conocida por su riqueza y prestigio. Tristemente, la iglesia ni siquiera le permitió asistir al servicio religioso. Él fue a hablar con el pastor al respecto. El pastor le dijo, “Solo tienes que orar sobre la situación, y el Señor te dará el motivo.” Unas tres semanas más tarde, el pastor lo vio y le preguntó: “¿Has hablado con el Señor al respecto?” El hombre dijo: “Sí, lo hice. Y Jesús dijo, “No lo tomes como algo personal. ¡He estado tratando de entrar a esa iglesia por 20 años y todavía no he podido entrar!”
Hemos recorrido un largo camino en nuestro país desde la década de 1960. ¡Gracias a Dios! Pero aún nos queda un largo camino por recorrer. El libro de Apocalipsis nos recuerda que, en el reino de los cielos, habrá personas que hablen todos los idiomas. Habrá personas de toda nación y raza. ¡Qué hermoso es eso!
En este día, oremos por sanación entre cualquier línea que nos divida.
Oremos: Dios de Amor, nos damos cuenta de que hay que amar la diversidad, porque tú nos has creado en una variedad de formas y tamaños, con diferentes tonalidades de piel y de cabello, con diversos grados de dones y de intereses. Te damos las gracias de que no todos somos iguales, y te alabamos por tu sentido de belleza. El día de hoy, nosotros oramos por la sanación entre personas de diferentes razas y nacionalidades. Oramos por la sanación de viejas heridas y prejuicios. Anhelamos el día en que estaremos sentados a tu lado en el reino de los cielos y comer juntos como un solo cuerpo. Tócanos una vez más con tu gracia y amor incondicional. Ayúdanos a aceptar dicho amor y a compartirlo. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!