No Estas Solo
En el libro de Reyes, capítulo 19, hay una historia acerca del profeta Elías. Elías huyó para ponerse a salvo. Él se acuesta bajo un árbol de enebro y empezó a orar, “¡Estoy harto, Señor! – protestó -. Quítame la vida…”Y Dios respondió, “¿Qué haces aquí, Elías?, “Elías contestó, “…los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida…”
Elías se siente solo en su ministerio. Elías se siente solo en su vida. Él se siente tan solo que el ya no quiere seguir viviendo.
Como pastor, es un verdadero placer ser invitado en las vidas de las personas. A menudo tengo la oportunidad de escuchar historias sorprendentes – celebraciones bellas. Pero al mismo tiempo tengo que escuchar grandes tragedias. Cuando las personas, quienes están atravesando un infierno, vienen a hablar conmigo, a menudo yo pregunto, ¿A quién tienes dándote apoyo? ¿Hay otra persona con la que puedes hablar sobre esta situación? En muchas ocasiones ellos dicen que no tienen a nadie con quien hablar…
Dios le dice al profeta Elías que en realidad hay 7,000 personas más que no se han arrodillado ante Baal. Dios le está diciendo, tú no estás solo – tú no estás solo…Existen otros quienes están contigo.
Algunas de las palabras, de gran alcance, que podemos escuchar…Yo estoy contigo. Tú no estás solo. Yo estoy aquí por ti. Sin embargo, algunas de las palabras más difíciles que podemos decir son “Te necesito,” o “Necesito tu ayuda.” No nos gusta la idea de dependencia. Pero Dios nos creó para que lo busquemos en nuestras vidas, y Dios nos creó para que nos ayudemos unos a otros. Es difícil caminar este viaje solos.
Sé que no es fácil arriesgarnos a entregarnos a nosotros mismos – permitiendo que seamos vulnerables. Sé que estar en comunidad es turbulento. Nos quedamos cortos, y a veces nos lastimamos unos a otros. Estar en comunidad requiere perdonar. Requiere paciencia y oración. Y requiere amor.
Pero, que bendición es saber que no estamos solos. Y que bendición es descubrir que cuando se trata de perdonar, paciencia, oración y amor – es porque dando es cuando más recibimos.
Oremos: Amado Dios, concédenos tu gracia y coraje, que podríamos descubrir o fortalecer la comunidad que ya existe alrededor de nosotros. Ayúdanos a entregarnos completamente de tal forma que nos permita ser catálisis de tu amor. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!