Eres la Luz del Mundo

Hay una historia divertida sobre una mujer que leyó que los perros eran más saludables si se les alimentaba con una cucharada de aceite de hígado de bacalao todos los días. Por lo que todos los días siguió la misma rutina. Ella perseguía a su perro hasta que lo atrapaba, lo acostaba a la fuerza, y lograba forzar el remedio a base de pescado por la garganta del perro.

Entonces, un día, en medio de este esfuerzo agotador, la botella se derramó accidentalmente. Con un suspiro, soltó al perro para poder limpiar el desastre. Para su sorpresa, el perro trotó hacia el charco y comenzó a lamer lo que se había derramado. ¡Al perro le encantaba el aceite de hígado de bacalao! ¡Fue solo el método de aplicación del dueño al que se oponía el perro!

Esta historia me recuerda que a menudo hay más de una forma de hacer las cosas. A veces, las personas intentan usar tácticas de miedo para que otras personas crean en Jesús. Ellos hablan del infierno y la condenación – y la mayoría de las veces a las personas les resulta desalentador. Por otro lado, cuando amamos a las personas y les servimos y escuchamos, nuestra fe brilla de manera hermosa. No es a Jesús a quien las personas se oponen con mayor frecuencia – ¡Es el método de compartir nuestra fe lo que marca la diferencia!

Oremos: Dios amoroso, tú nos has llamado a ser la luz del mundo. Hoy recordamos que es a través del amor y el sacrificio que nos acercamos a ti. Y es a través del amor y el sacrificio que otros ven más claramente tu amor y se sienten atraídos por tu mensaje de esperanza. Mientras servimos como tu luz, que tu paz y tu gracia sanadora descansen sobre nosotros. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!