Comenzando por Nosotros Mismos

Comenzando por Nosotros Mismos

El pastor James Moore cuenta una historia sobre un joven padre que estaba de compras en un supermercado, lleno de personas, con su hijo de tres años. El niño estaba sentado en la carretilla de la tienda de comestibles, y se estaba portando mal y causando todo tipo de problemas. Cada vez que su padre ponía algo en la carretilla, el niño lo agarraba y lo tiraba de vuelta. Si la carretilla se acercaba a las estanterías, el niño de tres años extendía sus manos y tiraba todos los productos al suelo.  En un momento, el niño salió de la carretilla y corrió por el pasillo (derribando todas las exhibiciones de productos en las que podía poner sus manos) con su padre siguiéndolo muy de cerca.

Las personas que estaban en la tienda, en ese momento, pudieron oír al padre decir en voz alta, una y otra vez, “Solo ten paciencia, Tommy. No será mucho más tiempo Tommy. Estará bien Tommy. Tranquilízate Tommy. Sé fuerte Tommy.”

Finalmente, una mujer de aspecto distinguido se acercó al hombre y ella dijo: “Sólo quería felicitarte. Te he estado observando y quiero que sepas que te admiro y la notable paciencia que tienes con el pequeño Tommy.”

“Oh, pero señora,” dijo el hombre. “Usted no entiende,” El nombre de mi hijo es Michael. ¡¡¡Yo soy Tommy!!!

Moore pudo comprender, “Bueno, ¡ese es un hombre inteligente! Él tenía razón al empezar por sí mismo. Si vamos a solucionar un problema, tenemos que ponernos en orden primero.”

Es tan cierto, ¿verdad que sí? Aunque podemos disciplinar a nuestro hijo de tres años, realmente no podemos controlar a nadie más que a nosotros mismos. Y la forma en que nos presentamos en una relación puede hacer toda la diferencia en el mundo. Si nos presentamos en un ataque de ira o rabia, los problemas pueden aumentar o empeorar rápidamente. Sin embargo, cuando nos mostramos calmados y centrados, conscientes de nuestros propios sentimientos y emociones, tenemos la capacidad de resolver mejor los problemas con eficiencia y gracia.

Oremos: Dios de la Gracia, queremos vivir una vida centrada y sana. Te pedimos que nos llenes de tu paz. A medida que vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser en ti, empodéranos para exteriorizar una vida de un sentido más profundo de esa paz, de modo que sería nuestra para compartir; en el nombre de Jesús. Amén.

¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!

 

Daily Message Author: Joe Albright

Biografía

Share