Como un Padre Amoroso
Hace muchos años, mi familia estaba en una pequeña reunión de grupo. Al final de nuestro tiempo juntos, mi hija Marley, que tenía cinco años en ese momento, quería quedarse en el área de juegos. Su mamá le dijo: “No cariño, nos estamos preparando para irnos. Tenemos que hacer las maletas y vamos a tener una oración y tenemos que ser parte de eso.” Recuerdo que Marley sólo rogaba para poder regresar al área de juegos, pero la respuesta todavía era un rotundo no.
Todos nos reunimos y compartimos situaciones que necesitaban nuestra oración y alguno de ellos eran situaciones críticas. Me ofrecí a orar, pero justo en ese momento Marley interrumpió y dijo: “Oye, yo quiero irme.” Le pregunté si ella quería ser la persona para orar. “No,” ella dijo, “yo quiero compartir.” OK. Así que ella continuó: “Todos oren por mí. ¡Mi mamá es mala!”
La mayoría de nosotros los padres hemos estado en dicha situación. Amamos a nuestros hijos y queremos lo mejor para ellos. Y por ende hay ocasiones en que tenemos que decir no – incluso cuando nuestros hijos no entienden por qué.
A veces es difícil de entender del por qué Dios pudiese decirnos que no – especialmente cuando nuestras peticiones son desesperadas y de corazón. A veces ganamos claridad en retrospectiva, pero muchas veces podríamos nunca entenderlo. Mi oración es que no importa cuál sea la circunstancia que rodea tus oraciones, confía en que Dios está presente contigo, y que Dios te ama profundamente – tal y como un padre ama a su hijo, e incluso más.
Oremos: Amado Dios, confiamos en que eres tan bueno tal y como nos ha dicho Jesús – que eres clemente, misericordioso y compasivo. Eres santo y sagrado y más de lo que nuestra mente humana pueda captar. Así que te pedimos que nos concedas la gracia que necesitamos este día, para conocer tu amor y aceptarlo. Lo pedimos en nombre de Jesús. Amén.
¡Por favor siéntanse libres en compartir este mensaje con familiares y amigos!